Haciendo un inciso en los post sobre el mejor viaje de mi vida, me gustaría recordar. Recordar que hace un año estaba yendo a Madrid a las entrevistas de Profesores Visitantes. Recordar aquellos días en los que el miedo y la inseguridad se juntaban con las ganas de superarme, de conseguir mis objetivos, de mejorar como persona y, sobre todo, como profesional.

Hace 365 días iba a esa ciudad, pensando, por un lado que, quizás, no debía.”¿Qué necesidad tienes de irte?” Me decían algunos amigos. “Lo tienes todo aquí. Si yo fuera tú, me quedaría aquí haciendo siempre lo mismo”, me repetían. “Hazlo, es una buena oportunidad. Si te arrepientes siempre tienes tiempo de decir que no”, “No queremos que te vayas tan lejos, pero si es tu sueño nosotros te vamos a apoyar”, decían Diego y mis padres. Yo apostaba más por esta segunda opción, ¿ pero qué queréis ? Una, es humana. Y si no fuera insegura a veces, no sería persona. Eso sí, una cosa os digo, había llegado hasta ahí y para atrás, ni para tomar impulso.

Madrid, entrevistas, gente que te da seguridad. Haces las pruebas por Philadelphia, pero te dicen que, a lo mejor, tienes posibilidades para Nueva York. ¿YO? No me hagas reír… Vuelta a casa, días de espera. “Bah…probablemente, no me cojan al final”, piensas. Una parte de ti cree que es mejor, al fin y al cabo es un rollo. El papeleo, la búsqueda de casa y demás por allí, la adaptación a otro cole y cultura, la soledad, la inversión inicial (aclaración: esto NO es una BECA, gracias)…Pero tu parte cabezona se niega. “¿Por qué tiene que ser que no cuando yo quiero hacer otras cosas?” “¿Por qué tengo que seguir aquí cuando quiero dar un giro a todo?” “¿Por qué si mi ilusión siempre ha sido vivir una temporada fuera me voy a quedar sin conseguirlo?” Y entonces, llega el mail que cambia todo.

“Hay un puesto en un cole de Nueva York y puede que tu perfil encaje, te animo a que hagas la entrevista”, te dice tu Asesor. Aceptas, tras consultar con el “Consejo de Sabios” (novio, padres, hermano, primos, tía y Javi) y sin haberle dado muchas vueltas. Entrevistas, papeles, consultas…Lo ves muy lejos, imposible. Pero no, parece que esa palabra no debería existir en el vocabulario de nadie. Un mes después, el sueño se cumple. El mejor de todos y en el lugar que menos esperabas, la Gran Manzana. El 21 de junio, vacaciones de verano y regalo de fin de curso. Te han seleccionado y lo has conseguido. Ahora los miedos ya son reales y palpables, al igual que las ilusiones, que han dejado de ser pájaros en tu cabeza.

Embajada, más papeles, una maleta ENORME, por favor, despedidas…Vértigo. Reto conseguido. Felicidad.

Desde luego, estoy contenta de no haberme echado atrás en ningún momento. De eso si que me hubiese arrepentido, seguro. La decisión de venir aquí ha sido de las mejores, o la mejor, que he tomado en mi vida. Crezco como maestra, pero aún más como persona. Y eso, es impagable. Esta experiencia sirve de mucho, no sólo para lo que es obvio, como la mejora profesional, el poder explorar otro país y vivir en una ciudad, en la que a veces tienes que pararte y mirar para decir: “Pues sí, va a ser que yo vivo aquí”, la mejora del idioma… Sino también para crecer en lo personal y ver, cómo son otras personas desde un punto de vista diferente. Aprendes la diferencia entre amigos y conocidos, muy importante. Gracias a los dos grupos. Al primero por demostrarme el significado de la palabra AMISTAD. Al segundo, por hacerme ver que, somo siempre me dijeron, los amigos se cuentan con los dedos de una mano.

Gracias a mis padres, hermano, novio, primos, tíos, abuelinas y demás miembros del “clan”, que aceptaron que, aunque lejos, debía hacer lo que en ese momento creía más conveniente. A mis amigos, a esos que sí cuento con los dedos de la mano, que, aunque no compartiendo mi decisión algunos, la respetaron. Mención especial a Javi, que fue el que me ayudó a que echase de una vez la solicitud. Tú también podrías estar aquí, pero mirémoslo por el lado positivo. Hoy, ya eres todo un DOCTOR.

Mención especial también a mi familia neoyorkina: Brigitte, Luis, Criscu, Cris, Paco, también, ¿por qué no? Y todos aquellos que hacen mis días aquí más brillantes.

¿Qué vendrá ahora? De momento, seguir aquí. Sí, renuevo en el cole y, por lo tanto, en el Programa. Así queda respondida la pregunta que mucha gente hace. Para qué van a preguntar cosas como: ¿qué tal? ¿cómo te va? Mejor ser directos y no perder el tiempo, ¿te quedas el año que viene?

“Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”.

Mark Twain

(Foto: @manriquedz)

Making a stop in the posts about the best trip of my life, I would like to remember. Remembering that a year ago I was going to Madrid to the interviews related to the Profesores Visitantes Program. Remembering those days in which fear and insecurity were coupled with the desire to go further, to achieve my goals, to improve as a person and, above all, as a professional.

365 days ago I was going to that city, thinking, on the one hand that, perhaps, I should not. “Why do you have to go?” Some friends told me. “You have everything here, if I were you, I would stay here always doing the same thing,” they kept saying to me. “If you regret it, you always have time to say no”, “We do not want you to go so far, but if it’s your dream we’ll support you,” said Diego and my parents. I was up for this second option, but what do you think? One is human. And if a person is not insecure from time to time, it would not be a person. But, in that moment I was there, so nothing about regrets or not being brave enough.

Madrid, interviews, people who makes you feel safe. You do the tests for Philadelphia, but they tell you that maybe you have some options for New York. Me? Sure… Back home, waiting… “Bah … probably I’m not in”, you think. A part of you thinks it’s better, after all, maybe it’s not going to be worth it. Paperwork to do, trying to find an apartment and so on, the adaptation to another school and culture, the loneliness, the initial investment (clarification: this is NOT a SCHOLARSHIP, thank you) … But your stubborn part refuses. “Why does it have to be that when I want to do other things?” “Why do I have to stay here when I want to turn everything around?” “Why if my dream has always been living for a while off I will not be able to get it?” And then, the email that changes everything appears.

“There is a position in a school in New York and your profile may fit, I encourage you to do the interview,” says your Advisor. You accept, after consulting  with the “Wise people” (boyfriend, parents, brother, cousins, aunt and Javi) and without having thought too much about pros and cons. Interviews, papers, consultations … You see it very far, impossible. But no, it seems that this word should not exist in anyone’s vocabulary. A month later, the dream becomes real. Best of all and in the place you least expected, the Big Apple. June 21st, summer vacation and a gift. You have been selected and you have succeeded. Now the fears are already real and palpable, as are the illusions, which have ceased to be birds in your head.

Embassy, more papers, a HUGE suitcase, please, farewells … Vertigo. Challenge accomplished. Happiness.

Of course, I’m glad I did not back down. If I had done that, I would regretted it, for sure. The decision to come here has been one of the best, or the best, I have ever made in my life. I grow as a teacher, but even more as a person. And that, is priceless. This experience helps you, not only for what is obvious, as professional improvement, being able to explore another country and live in a city, where sometimes you have to stand and look to say: “Yes, I live here”, the improvement of the language … But also, I grow as a person and see, how other people are from a different point of view. You learn the difference between friends and acquaintances, very important. Thanks to both groups. The first for demonstrating to me the meaning of the word FRIENDSHIP. To the second group, for making me see that, as I was always told, friends are counted on the fingers of one hand.

Thanks to my parents, brother, boyfriend, cousins, uncles, grandmothers and other members of the “clan”, who accepted that, although far away, I had to do what I considered was most convenient at the time. To my friends, those who I count with the fingers of the hand, who, some of them without sharing my decision, respected it. Special mention to Javi, who was the one who helped me to apply for the Program at once. You could be here too, but let’s look at it on the bright side. Today, you received your Doctorate.

Special mention also to my New Yorker family: Brigitte, Luis, Criscu, Cris, Yenny…And all those who make my days here brighter.

What comes next? For now, continue here. Yes, I renew in school and, therefore, in the Program. So the question that many people ask is answered. Why are they going to ask things like: “What’s up?” “How are you doing?”…No, it’s better go straight and not wasting time: “Do you stay next year?”

“Travel is fatal to prejudice, bigotry, and narrow-mindedness, and many of our people need it sorely on these accounts. Broad, wholesome, charitable views of men and things cannot be acquired by vegetating in one little corner of the Earth all one’s lifetime.”

Mark Twain.