Allá por mayo, durante el último fin de semana largo que tenía en mayo, antes de que nos diesen las vacaciones de verano en junio, mi compañera de piso y yo nos propusimos visitar hacer un mini road trip y visitar 3 estados en 5 días: Tenesse, Carolina del Norte y Georgia.
Nashville
Calle Broadway: Tanto de día como de noche queda patente que Nasville se llama la “Ciudad de la Música” por algo.
Skulls, en el Printers Alley, es de lo más auténtico de Nashville. Muy recomendable. La primera vez en mi vida que veía “burlesque”, ¡genial!
Country Music Hall of Fame.
Excursión a pie por diferentes partes de la ciudad.
Cena en Pinewood Social (noche 1) y Husk (noche 2).
Las icónicas galletas Goo Goo y la tienda de música Country Ernest Tubb Record Shop.
Curiosidad: En la tienda Two Old Hippies puedes escuchar música en directo a la vez que compras ropa, zapatos, guitarras o incluso velas. Un concepto muy interesante.
Asheville
Helen’s Bridge, un lugar que, supuestamente está maldito. Desde luego, yo no probé a decir el nombre de Helen por si acaso. Gracias a @mellevalentine por la foto.
Asheville está lleno de galerías de arte, aquí os dejo varias.
Savannah
Forsyth Park es un buen lugar para empezar el día.
Según lo que pudimos leer, Mrs. Wilkes House es uno de los restaurantes MÁS recomendables en Savannah. Por cuestión de horarios, no pude comprobarlo. Lo que sí hice, fue ir a la tienda de galletas Byrd’s y probarlas. Me volví a NYC con unos cuantos paquetes, aunque mis favoritas fueron las de limón.
Chipewa Square y este diner, que en realidad se llama Debi’s Restaurant, os sonarán bastante. Si no es así, por favor, poneos a ver Forrest Gump ahora mismo.
City Market.
El cementerio Bonaventure guarda preciosas esculturas, silencio y misterio. Seguro que muchos ya lo habéis visitado, a través de una película, y aún no caéis. Se hizo muy conocido por la película Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal. Tan famoso, que una de las esculturas que estaban en el cementerio y, que aparecían en la película, fue retirada de ahí y trasladada al museo Jepson Center for the Arts.
Me quedé con las ganas de probar los helados de Leopold’s, los más conocidos de Savannah. Pero la cola era INMENSA y ya nos teníamos que ir.
¡Hasta pronto!