-30 Cosas que ves normales cuando vives en Nueva York-

Que “Nueva York no es América y América no es Nueva York” es algo que ya os he dicho muchas veces. Y que Nueva York o USA no es España (madre patria), también es algo obvio.

Hoy os traigo una lista de 30 cosas a las que te terminas acostumbrando al vivir aquí:

  1. Tener compañer@s de piso entrados los 30. Conozco profes visitantes que vivían solos, pero no en Nueva York sino en otros estados. Vivir sol@ en estad ciudad, no es factible (económicamente hablando).
  2. El precio de las cosas en los supermercados/delis. Te terminas acostumbrando a que $10 no te den ni para las migas y en cambio te gastes $50 en cuatro cosas de nada. Una vez te habitúas, empiezas a ver normal el coste de las cosas (pues va relacionado al coste de vida de la ciudad) y por fin encuentras tu supermercado de confianza (¡viva Trader Joe’s!) .Cuando vas al Mercadona en España temes que con 10 euros no te de ni para pipas y es reconfortante ver que puedes comprarte unas cuantas cosas con un billete de esa cantidad (increíble como cambia la mentalidad y como te terminas acostumbrando a ciertas cosas).
  3. Siguiendo con la economía y la vivienda, te gastas una parte importante de tu sueldo en pagar el alquiler en NYC (aún compartiendo). Cierto es que muchísimo menos que si vivieses sólo, obvio, pero sigue siendo un pico.
  4. Nueva York en invierno está de luto…en sentido figurado, claro. El invierno en Nueva York, aunque horroroso por las temperaturas bajo cero y las sensaciones térmicas todavía más inferiores, más las nevadas, tiene su punto. Eso sí, color, no tiene mucho. El predominante es el negro en abrigos, pantalones, jerséis…No me preguntéis por qué, pero es así. Y cuando no eres neoyorquina de cuna, te reconocen. Aún me acuerdo cuando, estando Diego aquí durante un spring break fuimos a Trader Joe’s y el cajero nos dijo “¿no sois de por aquí, verdad? Mucho color en vuestra ropa”.
  5. Puedes conseguir pizza de muy buena calidad por $1.
  6. Comer a cualquier hora del día. Esta es la ciudad que nunca duerme pero también la que nunca para de comer. Además, tienes la opción de elegir cientos o miles de comidas diferentes de alrededor del mundo: etíope, china, vietnamita, mejicana, india, española, americana…Lo siento Trump, es lo bonito de la diversidad.
  7. El precio de la peluquería va en función de quien te atiende; el coste de tu corte de pelo, tinte…aumentará o disminuirá en función de quien haga el servicio. Si te corta el pelo la “master stylist/owner”, que normalmente es la dueña o dueño de la pelu, te puede costar $100 más propina, mientras que la “senior stylist” son unos $90 y la que tiene menos experiencia unos $75. Sí, parece una exageración y una locura, pero es esta ciudad es así. También puedes ir a Chinatown a que te corten el pelo por $10, con muy buenos resultados. Pero, para eso, tienes que tener un tipo de pelo parecido al de las personas asiáticas. Para mi desgracia, no es el caso. Otro tipo de peluquería muy común aquí son las “Dry Bar”. Aquí no te lavarán, teñirán o cortarán el pelo. Sólo hacen “blowouts” o peinados con secador. No la confundáis con la otra palabra que también empieza por “blow”. También hay academias, como en España, donde puedes conseguir precios mucho más económicos ($22-27 propina incluida).
  8. Poder ir a comprar cualquier día de la semana, incluidos sábados y domingos, a cualquier tienda, centro comercial o supermercado. Al igual que poder recibir paquetes 24/7.
  9. No necesitar coche propio para nada. Metro, piernas, Uber, Lyft y Taxi es suficiente.
  10. Saber que tienes vecinos, aunque apenas los veas, pero saber su vida en verso porque las paredes son más finas que el papel de fumar.
  11. Estar sobrepasada porque quieres hacer o ver 25 cosas a la vez más las otras 3 millones de oportunidades que la ciudad te ofrece. Ni viviendo aquí puedes hacer o ver todo. Esta ciudad es un flujo constante de lugares, eventos, fotografías, comida…
  12. Nadie te mira raro si eres mujer y vas a una cafetería, restaurante, cine…sola. No, nadie se preocupa de esas cosas, ni mira por el rabillo del ojo, ni habla sobre ti. Ni siquiera piensa que puede que seas una “cat lady” (ironía modo ON).
  13. Al hilo de lo anterior, la gente no se preocupa de lo que opinen los demás y viceversa. Gente con looks peculiares, otros que discuten por teléfono, los que escuchan su música favorita en sus auriculares y bailan y cantan “a grito pelao”, los judíos jasídicos ultraortodoxos de Williamsburg a su bola los sábados de Sabbath…Tantas y tantas cosas que podría enumerar. Y, de esto, si que creo que deberíamos aprender en otros sitios. A no criticar, entrometernos en la vida de los demás, en sus acciones, su forma de vestir o de vivir. En si yo me quedo aquí, un año, tres, renuevo o no (lo llevo a mi terreno porque, vaya, hay gente que se ha aburrido mucho a lo largo de casi 4 años).
  14. El arte no está solo en los museos, en la calle puedes encontrar auténticas obras maestras.
  15. No tener lavadora ni secadora en casa y tener que ir con la bolsa azul de Ikea al “laundromat” o lavandería a lavar los “trapos sucios”, nunca mejor dicho, delante de unos cuantos extraños. 20160830_200744
  16. Delis o “bodegas” abiertos 24 horas por si necesitas cualquier cosa de primera necesidad.
  17. Pagar $6 por una cerveza, $11 por un vaso de vino, o entre $15-$22 por un cóctel.
  18. Ver un carricoche y sentir la necesidad de ver al bebé. Al bebé perruno, claro. Aquí, hay perros más privilegiados que personas, y esos son los que van en carricoches de lo más barrocos, en ocasiones.
  19. El vagón de metro es una mezcla de culturas, nacionalidades, diversidad y lenguajes de todo el mundo. ¡Me encanta, Donald! ¿A ti?
  20. Te dan las buenas noches cuando sales de la escuela a las 4 de la tarde.
  21. Ya lo he explicado más veces, pero, te acostumbras a ir de brunch el fin de semana, tener que dejar tu número de teléfono y que te avisen en una media hora, con suerte, para decirte que tu mesa está lista.
  22. Mientras, puedes tomarte un café en alguna de las miles de cafeterías que, seguramente, habrá cerca del sitio de brunch que está de moda en ese momento. Y, en algunas de ellas, te llevarás la grata sorpresa de que el café es bueno. El de Starbucks, NO. Eso sí, reconozco que tengo uno detrás de casa y si un día no desayuno a tiempo, es mi recurso de emergencia. Y al tener la aplicación en el móvil acumulas “recompensas”.
  23. Siguiendo con el brunch, las mallas deportivas, si son de Lululemon mejor, con abrigo y sneakers son un outfit clásico del fin de semana. Hay gente a la que ese tipo de look le horroriza pero, os aseguro, que, a la gente a la que veo los fines de semana así, les sienta genial. ¡Qué petard@s!
  24. Enlazando con la ropa, identificarás a una Manhattanite de un Brooklynite por la ropa. Mucho más hipster, casual y desenfadados estos últimos (¡viva Brooklyn!).
  25. Cuando salgas del metro y subas las escaleras, hazlo por la derecha. La izquierda es para los que bajan, y viceversa.
  26. No te extrañes si ves en el metro gente vestida de traje que a parte de su bolso o maletín, llevan una mochila en la que asoman sus deportivas o directamente las llevan puestas y lo que asoman son los tacones. Trabajan en el Distrito Financiero y, sí, como el resto de los mortales se cambian el calzado cuando es necesario. Aunque sea, antes de entrar en los rascacielos de oficinas del bajo Manhattan.
  27. Gente con un sueldo anual de seis cifras. No os emocionéis, eso no implica ser millonario. Implica que siguen siendo clase media y, si es necesario, comparten piso.
  28. Sesiones de fotos gratis porque la fotógrafa te contacta a través de Instagram porque necesita crear su portfolio. Fotos gratis y bonitas para ti y material para ella.
  29. El abrigo de Amazon. El año pasado, vi a una mujer que llevaba un abrigo que me pareció muy chulo y, sobre todo, muy “amoroso” para el invierno en esta ciudad. Después de esa mujer, empecé a ver a cientos más, mismo abrigo y diferentes colores. Algo así como la chaqueta amarilla de Zara. Resultó, que el abrigo era de Amazon y que hasta el mismísimo New York Times en su magazine le dedicó un artículo. La plaga, como las de Egipto, continúa este año. Y sí, yo ya formo parte de ella. La Asociación de Padres nos regala todos los años antes de las vacaciones de invierno una tarjeta regalo de Amazon. Este año la he invertido en dicho abrigo. Y me encanta. Calentito y genial. Y sí, he llegado a encontrarme con 3 o 4 gemelas mías al mismo tiempo en una misma calle, cafetería o restaurante. Pero no me importa. Lo importante es aguantar el frío.
  30. Salir a la calle y pensar, sí, yo vivo aquí. Y, aunque a veces se planteen situaciones que no desearías, seguir pensado que la oportunidad, lo merece.

Seguro que se me olvida algo por el camino, pero, para eso está este blog, para seguir añadiendo largas listas de cosas chocantes que vengan a mi mente.

¡Hasta la próxima!

One thought on “-30 Cosas que ves normales cuando vives en Nueva York-

  1. Pingback: -Kobra en Nueva York- | Spanish chick

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