En un mundo ideal sin Covid-19, Governor’s Island hubiese abierto a principios de mayo y cerraría a finales de octubre (otros años, han tenido lugar allí celebraciones relacionadas con Halloween o el otoño).
Este año, en cambio, la isla ha abierto el 15 de julio con una serie de medidas:
a) El ticket para acceder al ferry que te transportará a la isla, necesita reservarse online. Cuesta $3 y, si vives aquí y tienes el IDNYC es gratuito.
b) Para llegar, se puede tomar el ferry en el bajo Manhattan, The Battery Maritime Building, a diario o en Red Hook, Brooklyn, sólo sábados y domingos. Y, este año, no habrá ferry desde el Pier 6 del Brooklyn Bridge Park. Como siempre, el fin de semana el ferry para llegar a la isla es gratuito.
c) Hay que llegar entre 15 y 30 minutos antes de que el ferry salga en dirección a Governor’s. Se hace una fila para acceder y, unos 5 minutos antes, cierran.
d) Debes ir y volver en el tiempo que has elegido. No puedes “colarte” a otra hora.
¿Cuál es el origen de la isla?

Su nombre se origina en 1698. Por aquella época, Nueva York era una colonia inglesa y la isla estaba sujeta al uso exclusivo de los gobernadores de Nueva York. Actualmente, el Estado se encarga de la administración y uso de la isla pero, también, está bajo la jurisdicción del Servicio de Parques Nacionales.
Governor’s Island fue una base del Ejército estadounidense y de los guardacostas durante más de doscientos años (de 1776 a 1996). Y no sólo eso:
- Fue utilizada por la tribu amerindia de los Lenapes (“el pueblo”, “gente de verdad”) para plantar cultivos y pescar.
- Antes de que la Compañía holandesa de las Indias Occidentales se trasladase a Manhattan para establecer Nueva Ámsterdam (lo que hoy en día es Nueva York), estuvo ubicada en la isla (llamada Note Eylant en aquellos tiempos).
- Cuando comenzó la Revolución Estadounidense, el mismísimo George Washington ordenó que la isla se fortificase con obras de tierra.
- Saltando mucho en el tiempo, en 1988, otros presidentes, Reagan y Bush padre se reunieron con Gorbachov.
Todo lo que puedes hacer en Governor’s Island:
La isla es pequeña y se puede recorrer a pie, aunque yo recomiendo más la bicicleta. En unas horas puedes ver todo, descansar, comer… Así que depende de ti el tiempo que quieras pasar allí.
Lo primero sería alquilar una bicicleta en Blazzing Saddles. Donde digo bicicleta digo carrito, tándem… El coste, todo el día, es de $25. También, hay estaciones de CitiBike. Si no recuerdo mal, éstas últimas puedes alquilarlas gratis hasta las 12 del mediodía durante la semana. Pero, cada 30 minutos tienes que estar cambiando la bici y devolviéndola en una de esas estaciones. Como este verano me compré una, yo llevé mi propia bici en el ferry. No hay ningún cargo extra por llevarla.
Con el medio de transporte listo, ¡a explorar! Mi parte favorita de Governor’s, se llama The Hills. Desde ahí, se pueden ver las mejores vistas del Downtown y de la Estatua de la Libertad. Al lado, hay un tobogán, bastante largo, creo que 15 metros o más, y que aún no he probado nunca porque siempre hay bastantes niños, llamado Slide Hill.

A lo largo de toda la isla, verás mesas y sillas de picnic para poder comer y descansar. Y, hablando de descansar, hay una parte llena de hamacas para ello llamada Hammock Grove.
El arte también es parte esencial de la isla. Algunas de las obras más visitadas este verano allí son: The May Room, Cabin y Yankee Hanger. Hablando de arte, cuando no hay virus, durante varios días en junio se celebra la Jazz Age Lawn Party . Una fiesta en la que la gente da un salto al pasado, con ropa y música de los años 20.

La historia, si recordáis más arriba hablaba un poco sobre ello, también está reflejada en la a través de Fort Jay, construido en 1794 y Castle Williams, construido en 1811, de forma circular.
Sí, si el hambre aprieta podéis comer allí. No es necesario llevarse “bocata”. Hay numerosos food trucks donde poder encontrar algo que os guste o despierte vuestro apetito. De viernes a domingo, además, podéis daros un homenaje en Island Oyster. Yo aún no he podido probarlo, porque siempre que he ido ha coincidido día de semana. Igualmente, hace un par de años, si no estoy confundida, se estableció en la isla una especie de hotel, llamado Collective Retreats. Lo defino así porque se trata de unas tiendas de campaña de lujo, con servicio de bar y restaurante, donde pasar la noche en la isla.
Espero que, el próximo verano, podáis daros un paseo por Nueva York y visitar este pintoresco lugar.
¡Hasta pronto!